Alto índice de lesiones entre los enfermeros

Los enfermeros se enfrentan con frecuencia a riesgos laborales en el desempeño de sus funciones rutinarias. En un día cualquiera, una enfermera puede estar expuesta a sustancias peligrosas o a riesgos físicos. Aunque gran parte de la formación que recibe una enfermera la prepara para evitar estos riesgos, no es inmune a las lesiones. Póngase en contacto con un abogado de compensación de trabajadores de San José de confianza para discutir su caso hoy.

Estadísticas de lesiones en enfermería

Las lesiones de enfermería más comunes son el sobreesfuerzo y las reacciones corporales. Según la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos, el sobreesfuerzo representó aproximadamente el 46% de los casos de lesiones en enfermería, mientras que las caídas, resbalones y tropiezos representaron el 25% de las lesiones en 2016. Además, la mayoría de las lesiones se producen en mujeres enfermeras de entre 35 y 74 años.

Lesiones comunes a las que se enfrentan las enfermeras

Hay varias categorías que constituyen las lesiones más comunes entre las enfermeras:

  • Sobreesfuerzos y lesiones corporales. Según la Oficina de Estadísticas Laborales, casi la mitad de las lesiones de enfermería no mortales se deben a sobreesfuerzos. Estas lesiones están causadas principalmente por un esfuerzo físico excesivo o movimientos repetitivos, por ejemplo, levantar pacientes. Esto suele provocar distensiones, esguinces o lesiones de espalda.
  • Caídas, resbalones y tropiezos. Por desgracia, este tipo de lesiones suelen ser evitables. La mayoría de estas lesiones se deben a peligros ambientales, como suelos mojados o cuerdas que se extienden por las zonas de paso.
  • Lesiones del equipo. Las lesiones provocadas por los equipos pueden ser de todo tipo, desde chocar con un equipo colgado hasta exponerse a un peligro como las agujas usadas. Este tipo de lesiones, aunque no son frecuentes, pueden tener graves consecuencias para las enfermeras, como contraer una infección como el VIH o la hepatitis C.
  • Lesiones violentas causadas por personas. Aunque no es la más común de las lesiones, las enfermeras pueden sufrir violencia por parte de los pacientes. También se ha observado que muchos de estos tipos de lesiones no se denuncian. Para algunas enfermeras, notificar estas lesiones puede llevar mucho tiempo y, dependiendo del centro, una enfermera puede pensar que notificar la lesión no dará lugar a ningún cambio sustancial.
  • Falta de personal. La falta de personal no es una lesión en el sentido tradicional, pero es una de las principales causas de agotamiento y dolencias relacionadas con el estrés en la profesión médica. Además, cuando las enfermeras trabajan en centros que carecen de personal suficiente, puede producirse un aumento de las lesiones mencionadas anteriormente, ya que las enfermeras trabajan más deprisa y pueden tener que levantar objetos pesados, manejar grandes equipos o atender a pacientes potencialmente violentos sin ayuda.

Prevención de lesiones para enfermeras

No es posible eliminar el riesgo de lesiones para los enfermeros, pero hay algunas formas en que éstos pueden ayudar a prevenir lesiones graves:

  • Utilizar los recursos disponibles. La forma más fácil de evitar el sobreesfuerzo es no participar en actividades extenuantes. Para las enfermeras, eso no siempre es una opción, pero hay recursos disponibles que pueden ayudar. Las enfermeras deben asegurarse de utilizar todas las tecnologías disponibles, como los elevadores motorizados, o pedir ayuda a un compañero.
  • Consigue el calzado adecuado. El calzado puede hacer algo más que mantener los pies cómodos. Contar con un calzado resistente y seguro puede ayudar a evitar resbalones, tropiezos o caídas, además de favorecer una mejor postura y disminuir la tensión que soporta la espalda.
  • Habla. Si los enfermeros ven formas de crear espacios de trabajo más seguros en sus centros, es importante que lo digan, y no sólo a sus jefes. La lucha por la seguridad de las enfermeras se ha convertido en un asunto mucho más público, con el establecimiento por parte de la OSHA de nuevas directrices sobre la violencia laboral en el sector sanitario y la promulgación de la Ley Federal de Seguridad y Prevención de Pinchazos.